sábado, 9 de julio de 2011

Pasional


El aire olía a cigarrillos y filtraba las luces mortecinas. Figuras difusas tras una neblina de humo bailaban un tango. El ritmo acompasado los transportaba. Eran movimiento. Un halo de sensualidad inundaba el ambiente.
El roce cálido de la piel, las manos juntas, los pies ágiles. Los suaves cabellos perfumados sobre la mejilla áspera. Susurros con sonrojos.
Amelia nunca se había sentido así, tan contenida, refugiada entre esos brazos vigorosos que le ceñían el talle con fuerza. Fantaseó creyéndose una ramita amparada por el vigor de un gran árbol.
Tomados de la mano salieron al jardín. Era noche de sortilegio. Luis comenzó a notar que sus tacos se trababan e imaginó una imperfección del piso. La abrazó envolviéndola con todo su cuerpo mientras su respiración entrecortada se convertía en un murmullo, como crujido de hojas secas.
Amelia sintió los labios ardientes pegados a los suyos. Un beso apasionado concluyó el conjuro. Ambos se sorprendieron ante el nuevo roce de sus pieles. Les pareció que estaban echando raíces. Un cosquilleo en la sangre les subió desde los pies. Una rara sensación les llegaba más allá del césped y de la tierra.
Amelia pasó las manos por detrás del cuello de Luis. Cerró los ojos. Una suave brisa los balanceaba.
Abrazados bajo la luna llena, permanecen unidos en un beso eterno.

1 comentario:

  1. Carmen me gusta mucho como quedó Pasional. Y me gusta como está el blog. Le hiciste modificaciones?
    Hacía bastante que no entraba.
    Te mando un beso.

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